10/11/09

Tempestades en silencio

Todo sigue su curso y sus mareas. Nadie puede detener eso, como no se pueden detener las corrientes del mar.

Esto lo he sacado de un comentario dejado sobre el final de un libro... y me ha dado por pensar en las relaciones entre las personas.

Son como las mareas, suben y bajan como en un ciclo marcado, a veces suavemente, y hasta en silencio, otras con un temporal que se lleva a su paso parte de la arena y las rocas, erosionándolas, dejando su huella para siempre. Y así se van perfilando, conociendo, adaptando; pero es tan fuerte lo que les une como la poseidonia que ha anclado en la arena, que nada ni nadie les puede detener. Solo hay que saber escuchar el viento, esquivar los escollos y achicar agua si hace falta.

Cuando el viento amaina, todo sigue su curso y sus mareas. Unas veces silenciosas otras... tempestuosas. Misteriosas.

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