16/2/10

NADA (del Café Salambó en facebook)

TRANQUILÍZATE, hijo mío, nada existe,
y todo es como ves: el bosque, el humo y la fuga de los rieles.
En alguna parte, muy lejos, en un país lejano
hay un cielo más azul y un muro con rosas
o una palmera y un viento más tibio—
y es todo.
No hay otra cosa que la nieve en la rama del abeto.
No hay nada para besar con cálidos labios,
y todos los labios, con el tiempo, se tornan fríos.
Pero tú dices, hijo mío, que tu corazón es poderoso,
y que vivir en vano es menos que morir.
¿Qué querías con la muerte? Sientes el asco que esparcen sus vestidos,
y nada es más repugnante que la muerte por las propias manos.
Debemos amar la vida con sus largas horas de enfermedad
y sus años oprimidos de anhelos
como los cortos instantes en que el desierto florece.

Versión de Pierre Naert y Javier Sologuren

Edith Södergran (San Petersburgo, 1892-Raivola, 1923), poeta finlandesa en lengua sueca.

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